Por Diana Barrera

Drive my car (Doraibu mai kā) es una película dramática japonesa dirigida y coescrita por Ryūsuke Hamaguchi. Está basada en un relato corto de Haruki Murakami de su colección de cuentos de 2014, Hombres sin mujeres. En los premios Oscar, compite por Mejor Película, Mejor Película Extranjera, Mejor Guion Adaptado y Mejor Director.

La película sigue la historia de Yūsuke Kafuku (Hidetoshi Nishijima), un actor y director de teatro que está felizmente casado con la guionista Oto (Reika Kirishima). Sin embargo, Oto muere repentinamente.

Dos años más tarde, Kafuku, aún incapaz de superar del todo la pérdida de su esposa y pasando por un gran un drama personal, recibe una oferta para dirigir y montar la obra «Tío Vania» en un festival de teatro en Hiroshima, por lo que se dirige ahí con su coche y conoce a Misaki (Tōko Miura), una joven reservada que le han asignado como chófer.

A medida que pasan los trayectos, la sinceridad creciente de sus conversaciones les obliga a enfrentarse al misterio de su esposa que le persigue en silencio.

En este filme, el prólogo presenta la vida de Yûsuke Kafuku, la relación con su esposa, que se va revelando más difícil de lo que parece en un principio; y su vínculo con su auto, un Saab 900 Turbo, rojo fuego, de fines de los 80’s, llevándolo así a un avance de su historia con el viaje a Hiroshima para dirigir la puesta multilingüe de Tío Vanya, de Anton Chéjov; dandole un nuevo comienzo a Kafuku.

Los planos en movimiento por autopistas y puentes representan lo que sucede en la mente y alma de un personaje abrumado por las pérdidas y contenido en sus emociones, mientras que el monólogo final demuestra el poder de como el dolor de la experiencia humana y la capacidad para seguir adelante, a pesar de todo deja el pie para un epílogo sobre una forma posible de la felicidad.

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